El papel ahuesado, de tonalidad crema o marfil, no ofrece un mayor contraste con la luz en el sentido de reflejarla más intensamente. De hecho, su principal ventaja radica en lo contrario: reduce el reflejo de la luz, lo que genera una experiencia de lectura más cómoda y con menor fatiga visual, especialmente durante períodos prolongados. A diferencia del papel blanco brillante, que puede producir deslumbramientos y un contraste más duro con la tinta, el papel ahuesado proporciona un contraste más suave y cálido entre el texto y el fondo. Esta característica es especialmente apreciada en la edición de libros, novelas y otros materiales de lectura extensa. Si bien el contraste absoluto entre la tinta y el papel puede ser ligeramente inferior en comparación con el papel blanco, la calidad percibida de lectura y el confort visual suelen ser superiores con el papel ahuesado. Esto se debe a que minimiza la fatiga ocular al suavizar la luz reflejada. En resumen: No aumenta el contraste lumínico: El papel ahuesado no es más brillante ni refleja más luz. Reduce el reflejo y la fatiga visual: Su tono crea una superficie menos reflectante, lo que cansa menos la vista. Ofrece un contraste más confortable para la lectura: Aunque el contraste tinta-papel pueda ser técnicamente menor que en el papel blanco, la legibilidad y comodidad mejoran al reducir el estrés visual. Por lo tanto, la afirmación de que el papel ahuesado permite un «mejor contraste con la luz» es imprecisa si se interpreta como un mayor nivel de contraste. Sin embargo, es verdadero que gestiona de mejor manera la luz para ofrecer una experiencia de lectura más confortable y con un contraste adecuado que reduce la fatiga visual.
