Roberto, antiguo combatiente de la generación de los años cuarenta, regresa a su país (Chile) después de un largo y atormentado exilio. En el país que le acogió, aprendió nuevas formas de análisis, su juicio se aceró, y con ello descubre la fragilidad de su criterio. La sombra de Nazario, su primogénito difunto, planea de punta a cabo sin escatimar su dolor.
Llegando a su terruño, cree haber dejado el pasado lejos, pero rápidamente descubre su error, él, es siempre el mismo, con sus odios, sus rencores y la búsqueda infatigable de la Justicia y del Amor.
En la persona de un extranjero llegado hace poco a su país, se auto identifica, y lamenta no haber tenido el coraje, que muestra su nuevo amigo.
Roberto (¿pero se llamará realmente Roberto?) a través de su relato, nos lleva al mundo misterioso de las mujeres, no importa su nacionalidad, poco importa su edad, lo que importa, son los secretos que guarda cada una, una vivencia que a veces sale de lo común y que él va descubriendo paso a paso, sin dejar de renquear.